Es la introducción y depósito controlado de pigmentos coloreados dentro de la piel, bajo la epidermis, mediante pequeñas lesiones (pinchazos) con la finalidad en este caso de restaurar el aspecto estético de las areolas mamarias tras mastectomías. También esta micropigmentación puede utilizarse para camuflar algunas de las cicatrices que quedan tras un aumento de pecho.
La tonalidad de la micropigmentación va perdiendo fuerza con el paso de los años debido a la regeneración de la piel. Los repasos suelen hacerse cada dos o tres años dependiendo de la persona, para mantener los resultados.